En la sociedad actual nos encontramos con muchas chicas que se sienten con miedo, angustia, temor o incluso pánico en la relación que mantienen con su chico. Es algo a lo que cuesta ponerle nombre ya que se suele confundir con muestras de cariño o amor extremo. Ante estas circunstancias es importante que lo cuentes a algún familiar en quien confíes, algún amigo/a e incluso un profesor/a. No tengas miedo, muchas chicas están pasando por lo mismo.
Las relaciones de pareja sanas no pasan por momentos de aislamiento, control o celos extremos. Cuando tu chico quiere controlarte el móvil, las amigas con quién vas, los lugares en que estás, la ropa que te pones y lo quiere decidir todo por ti, es el momento de ABRIR LOS OJOS Y ACTUAR. No te dejes engañar si te dice que sería capaz de cualquier cosa por ti y que lo hace porque te quiere demasiado. Esta es la puerta de entrada a la violencia de género.
La violencia de género no solo es violencia física sino que en la mayoría de las chicas adolescentes se sufre a través de este otro modo más psicológico. Es posible que las chicas sufran en silencio por temor a represalias de su chico, por vergüenza ante los demás o incluso porque no saben si lo que les ocurre entra dentro de la normalidad.
En ocasiones, estas chicas no son tan adolescentes sino que han crecido e incluso se han casado con alguna persona que no coincide para nada con lo que era cuando ellas lo conocieron. En estos casos el sentimiento de vergüenza, corte, orgullo o humillación es aún mayor. Piensa que tienes derecho a ser feliz y que hay programas de ayuda tanto para ti como para ellos. Hay salida y respuesta para ambos.
Es importante que confíes en tu familia o tus amigos, ellos te apoyarán y sabrán cómo actuar.
¡VIVE TU VIDA, ES LO MÁS IMPORTANTE QUE TIENES!
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